NO A LAS CENTRALES HIDROELÉCTRICAS EN TERRITORIO MAPUCHE

NO A LAS CENTRALES HIDROELÉCTRICAS EN TERRITORIO MAPUCHE

domingo, 27 de abril de 2008

CARTA AL COMITÉ OSLO DE APOYO AL PUEBLO MAPUCHE

ESTA CARTA FUE LEIDA Y REPARTIDA A LOS ASISTENTES A LA ACTIVIDAD CULTURAL QUE SE REALIZÓ EN OSLO, NORUEGA, EL PASADO VIERNES 25 DE ABRIL. AGRADECEMOS EL APOYO RECIBIDO EN LA DIVULGACIÓN DE NUESTRA LUCHA.

Estimados amigos y amigas de Oslo:

Somos de una coordinadora autónoma, la MESA PELLAIFA NEWEN, integrada por personas y organizaciones del mundo mapuche y no mapuche que nos oponemos a la construcción de centrales hidroeléctricas de la empresa estatal noruega SN Power.
Vivimos en los bosques templados y húmedos del sur de Chile, en la zona de Coñaripe y Liquiñe, en la Región de los Ríos. Tierra de armónica belleza, de bosques serenos, de follaje siempre verde, de frágil equilibrio por tanta deforestación sufrida años atrás. Nos rodean las aguas transparentes, el aire puro y las montañas, un fresco viento cordillerano paseando libre por las tardes, trasladando aromas, colores, sonidos, impregnados con la memoria de los volcanes y la espontánea amistad de la gente.
Nuestro territorio es parte de la Reserva Mundial de la Biosfera “Bosques Templados de los Andes del Sur”, declarada por la Unesco el 2007, patrimonio ambiental de un valor incalculable para toda la humanidad, por su biodiversidad genética, de especies y ecosistemas.
En nuestro territorio habitan numerosas comunidades ancestrales mapuche, que viven a base de una economía natural de autosubsistencia y de intercambios a pequeña escala en mercados locales, y conectados al turismo, visión y eje de nuestro desarrollo comunal. Una economía donde aún se mantienen rasgos de solidaridad, cuidado con el ambiente y armonía con la naturaleza.

Nuestras relaciones de buena vecindad entre comunidades mapuche, vecinos no mapuche, organizaciones de la social civil y empresarios de turismo sustentable, nos convocan en la colaboración para hacer frente a las amenazas de proyectos destructivos, pues compartimos el cuidado del entorno natural en el que hasta ahora hemos convivido en equilibrio.

Hoy día nuestro territorio se encuentra integralmente amenazado por
Proyectos hidroeléctricos de una corporación transnacional noruega, SN Power, que contempla la construcción de tres centrales, confusamente llamadas
“centrales de pasada”

Amparada por la débil legislación medioambiental chilena, la SN Power ha comprado los derechos de aguas ancestrales y del subsuelo, y ha obtenido un permiso provisorio del Estado para estudiar sus proyectos, sin consulta previa a las comunidades y habitantes del sector.
Específicamente, estas centrales se ubicarían en los sectores de Pellaifa (108 MW), Reyehueico (34 MW) y Liquiñe (118 MW). Entrarían en funcionamiento entre el 2012 y 2014.
Para tener una idea de su magnitud, estos proyectos implican una inversión de 600 millones de dólares, de los cuales, sólo U$1,6 millones corresponden a la compra de los derechos de aguas.
La SN Power ha intervenido en el territorio con prácticas dañinas y divisionistas:

  • Provocando conflictos al interior de las familias que se oponen a los proyectos, contratando como funcionarios a alguno de sus miembros.
  • Han ingresado sin permiso a campos privados y tierras mapuche, ingresando maquinaria en helicóptero, y productos químicos para hacer prospecciones de suelos sin autorización de las autoridades sanitarias ni medioambientales.
  • Aprovechándose del crudo invierno, ofrecieron dinero y fardos de pasto a la gente a cambio de apoyar sus proyectos, como una forma de comprar conciencias.
  • Mienten y confunden constantemente, minimizando comunicacionalmente la oposición de las comunidades a sus proyectos.
  • Realizan reuniones privadas, convocando a personas que NO son representantes elegidos por sus comunidades. Con esto deslegitiman y desconocen a los verdaderos dirigentes, y provocan división en las comunidades.
  • Para su “seguridad”, solicitan la presencia de Fuerzas Especiales de carabineros y del GOPE, cada vez que realizan sus reuniones privadas y no informadas. Con esto han militarizado la zona, y amedrentado a sus habitantes que ven pasar las micros y “zorrillos” verdes, recordando los peores tiempos de dictadura.
  • Despliegan mucho dinero para hacer sentir su poder y para que la gente crea que van a dar “buenos” empleos. Basta mirar la página web de la empresa para darse cuenta los precarios empleos que ofrecen. Con dinero compraron las aguas, con dinero quieren fomentar maliciosamente la ambición y el consumismo en las personas.
  • La empresa ha desconocido el rechazo categórico a estos proyectos, por parte de de todas las comunidades mapuche afectadas.

En forma mayoritaria, por todos lados, la gente no quiere estos proyectos incluyendo las autoridades comunales, alcalde y Concejo Municipal de Panguipulli, porque junto con el daño irreversible al medio ambiente, se impactaría fuerte y negativamente el destino histórico de nuestro territorio y sus habitantes.
Estos proyectos son una severa intervención en la cultura y derechos de nuestro pueblo ancestral Mapuche, pues no ha habido ningún proceso de consulta a las comunidades. La construcción de las centrales implicaría la violación de nuestros espacios sagrados y sentidos religiosos.
El mismo Estado chileno, dando concesiones y autorizaciones de estudio, ha violado el derecho a la libre determinación del pueblo Mapuche, sin informar a las comunidades, sin consultarnos sobre el tipo de desarrollo que queremos establecer en nuestro territorio, y sin preguntarnos por el legado que esperamos dejar a nuestros hijos y nietos.
Estos proyectos alterarían notablemente la vida de las comunidades, tendríamos que emigrar a las ciudades en busca de trabajo y sustento precarios, viviríamos disgregados y en marginalidad, perdiendo nuestras raíces y vida comunitaria, soportes centrales de nuestra cultura. Perderíamos nuestra memoria ancestral, nuestra identidad como pueblo.
La empresa ha intentado criminalizar nuestras acciones de oposición a sus proyectos, al relacionar el “atentado” a uno de sus ejecutivos con “el conflicto” con los mapuche que han manifestado su categórico rechazo. Esta práctica se ha tornado habitual en nuestro país, casi da lo mismo la causa que sea, tanto empresarios como agentes del gobierno intentan instalar la igualdad entre mapuche y terrorista. Estamos seguros que SN Power no habría hecho esto en su país con el pueblo Same.
Nuestras comunidades poseen arraigo y pertenencia a los territorios, somos personas con nombres y apellidos, buscamos un desarrollo sustentable y solidario, en armonía con el medio ambiente. La SN Power es una corporación anónima transnacional, que responde a inversionistas desconocidos a los que no les importa la cultura, el deterioro al medio ambiente o la identidad de la gente y los lugares donde se instala.
¿Y el Estado? Con escasa presencia en la resolución de las necesidades básicas de la población. La SN Power intenta convertirse en “benefactora”, y desde ese lugar manipular a las personas, ofreciendo dinero y “ayuda social” para cubrir las necesidades de la gente. Conocemos otros casos como el de Celco, no muy lejos de nuestra zona, donde ante la ausencia del Estado, aprovechan el vacío y se transforman en los dueños del territorio.
Las perspectivas de este tipo de desarrollo, en visiones de corto plazo impuestas a través del Estado chileno y de las corporaciones extranjeras, se sostienen por el poder económico que poseen, y por un modelo de desigualdad social que beneficia el crecimiento económico de unos pocos que pertenecen a grupos privilegiados. Gran parte de las riquezas naturales como las aguas, gracias a legislación vigente desde la dictadura militar, son privadas. Aguas que deberían ser de todos como derecho humano y colectivo.
Este tipo de proyectos responden al centralismo y la inequidad de este país: las regiones se siguen sacrificando por Santiago y por las empresas de capitales extranjeros. Actitud egoísta, pues nuevamente unos pocos se llevan todo lo que tenemos. No consideran los costos para el ecosistema y para la vida de las personas alrededor de los ríos. Estamos seguros que la “crisis energética” es más bien un “derroche energético” relacionado con el consumismo, y que esta situación puede y debe abordarse con energías alternativas.

Para nosotros las centrales de paso no son más que otro
negocio de pasada” que traerá pobreza permanente a nuestra zona. Se nos pretende arrebatar el recurso más valioso que tenemos, el agua, para generar millonarias ganancias que no se quedarían en la zona, sino que irían a parar a inversionistas extranjeros, a las grandes empresas mineras del norte y a abastecer Santiago.
Compartimos la noción que de principio a fin somos parte de un sistema biológico que busca el equilibrio. La belleza de este bosque maduro que conocemos, sus aguas y su flora y fauna, son la máxima expresión externa de la armonía de la naturaleza.
Los proyectos hidroeléctricos de SN Power son incompatibles con los proyectos de desarrollo de nuestras comunidades, sean del mundo mapuche como del mundo no mapuche. Tenemos prioridades opuestas: la empresa SN Power busca utilidades y lucro a partir del uso y abuso de nuestras aguas. Nosotros queremos un desarrollo sustentable, proteger nuestros ríos y bosques, fuentes de nuestro trabajo y el destino de nuestras futuras generaciones.
Les pedimos estar alertas a la capacidad mediática de la SN Power, que se muestra como una empresa “blanca” que no impactará con sus proyectos.
Necesitamos el apoyo y solidaridad de ustedes en esta lucha, pues existe un severo conflicto que intenta ser invisibilizado a conveniencia de la empresa y el estado chileno. Necesitamos hacer visible y difundir nuestra lucha entre la opinión pública de Noruega, para que el estado noruego tome la decisión de retirar sus proyectos de nuestros territorios. Los mapuche de estas comunidades no estamos dispuestos a que la SN Power o cualquier otra empresa se instale con proyectos invasores en nuestro territorio, y lo defenderemos hasta el final.
Chaltu may, lemoria.

MESA PELLAIFA NEWEN.
23 de Abril de 2008

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